El P. Ignacio Castellot Armisén, S.J. sembró cariño y sueños en la misión.

Ignacio Castellot Armisén nació en Pamplona, Navarra, España, el cinco de noviembre de 1936. Sus padres eran Sabino y Mercedes; en su familia tuvo dos hermanos. Una familia que lo crio con profundos valores cristianos, y a los cinco días de nacido fue llevado a la Iglesia para su bautizo.

Realizó su etapa de primaria en el Colegio de los Padres Escolapios, en 1940 hasta 1946. Su bachillerato lo hizo en el Colegio de los Padres Jesuitas, en 1947 hasta 1954, y fue ahí donde empezó a sentirse interesado por las labores de la Iglesia.

Convencido de su vocación de seguir el llamado del Señor, al terminar su bachillerato el siete de septiembre de 1954 ingresó a la Compañía de Jesús en Loyola, y durante su noviciado fue destinado a Venezuela, a donde llegó el diecisiete de febrero de 1956.

Al terminar el noviciado, hizo sus estudios de Juniorado en Santa Rosa de Viterbo, Colombia, hasta 1958. Luego, comenzó sus estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, donde obtuvo su licenciatura en el curso 1960 – 1961.

La etapa siguiente en la formación de la Compañía es el Magisterio, por lo cual fue destinado al Colegio San Ignacio de Caracas donde se desempeñó como profesor e Inspector hasta 1964.

Concluida su etapa de Magisterio, estudió Teología en el Colegio Máximo de San Francisco Javier, en Oña, desde 1964 a 1966, y terminó esta etapa en la Pontificia Universidad de Comillas en el año 1968.

Al terminar su tercer año de Teología, fue ordenado sacerdote en su ciudad natal por Monseñor Ángel Riesco, el diecisiete de julio de 1967.

En 1969 hizo su Tercera Probación en Drongen, Bélgica, con su instructor el P. André Hayen, S.J.

Finalizada la Tercera Probación regresó a Venezuela, siendo destinado a la Residencia de Antímano y empezó el ejercicio como sacerdote obrero trabajando como plomero. Un año después, cambió de domicilio a la Residencia de La Vega y sumó a sus labores, como sacerdote obrero, el ser profesor del Instituto Nacional de Estudios Sindicales (INES). Luego trabajó en fábrica, colaboró en el Movimiento Adulto Católico (MOAC) y se dedicó a la formación de los trabajadores hasta 1975.

Aspirando siempre a una inserción más auténtica con los empobrecidos del mundo, desde 1975 hasta 1981, se dedicó a la promoción indígena en la Unión Makiritare del Alto Ventuari (UMAV), por la lucha de los pueblos originarios en el Estado Amazonas.

En 1982 fue destinado a San Fernando de Apure, al Colegio de Fe y Alegría Padre Gumilla en La Guanota, como asesor de la actividad agropecuaria y docente de secundaria. En el transcurso de sus diecisiete años viviendo en la comunidad del Colegio Padre Gumilla, creó un proyecto llamado “Guariapo” del cual fue Director hasta sus últimos días.

El 7 septiembre de 2004 el P. General P. Peter Hans Kolvenbach, S.J. le escribía con ocasión de sus 50 años en la Compañía:

“Ha sido usted incansable, P. Ignacio, en su afán de redimir al pobre desde el pobre y en su propósito de crear las condiciones económicas para la elevación del campesino in situ y sin renunciar a su mundo natural, donde se siente co-creador con Dios por medio del trabajo. ¿Cuántos proyectos ha acometido ya en este sentido asumiendo los riesgos del pionero en tan difícil medio?”.

Fue destinado a Caracas, a la Comunidad de la Residencia Provincial, en 2009, continuando con sus labores como Director y asesor de la actividad agropecuaria del Proyecto Guariapo, hasta 2013.

El veintiuno de enero de 2014 falleció el P. Ignacio Castellot Armisén, S.J., padecía de un cáncer agresivo de pulmón. Tenía setenta y ocho años de edad y sesenta años de Compañía.

El P. Ignacio Castellot Armisén, S.J. era un hombre recio, fuerte, curtidor de juventudes e incansable, constante en su trabajo y en su lucha por los más vulnerables.

En un testimonio sobre su vida, el Sr. Carlos Chirinos expresó: “Su espiritualidad, y más bien su vida, estaba radicalmente centrada en Jesús, todo pasaba por Él y se dejaba interpelar por Él.”

El P. Provincial Arturo Peraza, S.J. dijo en su homilía: “Ignacio asumió en su vida el proyecto de encarnar la utopía de fraternidad desde los pobres y lo vivió con la radicalidad de su amor entregado a Jesús y al proyecto del Reino. Desde Antímano, La Vega, Carapita, Kakuri, La Guanota y Guariapo nos llamó y nos sigue llamando. Como buen profeta sus palabras y actitudes algunas veces resultaron ácidas y duras. Pero a la vez una gigantesca ternura invadía todo lo que hacía.”

“Hoy Pinnacle nos anuncia la partida de uno de los más notables, de los que dejaron huella imborrable, esa sensación de congruencia entre lo que se piensa, se siente y se hace, un apóstol de los olvidados del mundo”, expresó el Sr. Mario Paolillo sobre el P. Castellot, S.J.

Damos gracias a Dios por la vida y obra del P. Ignacio Castellot Armisén, S.J., y pedimos que su ejemplo nos anime en la misión encomendada.

Schirley Echenique

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