Descubre tu vocación

La vocación es iniciativa de Jesús, tenemos que esperar a que Él haga la invitación y saber reconocerla cuando te la dirija. Es importante evitar ideas fantásticas o espectaculares de cómo Jesús tiene que hablarnos, pues hay personas que esperan la comunicación de Jesús a través de visiones, apariciones, eventos extraordinarios o sobrenaturales. En tu caso, lograrás reconocer esta llamada al gustar y sentir el eco que produce dentro de ti el modo de proceder de Jesús.

Jesús es tan respetuoso en su invitación que su tono no es el de una orden tajante o el de una exigencia autoritaria. Es más bien el tono de un encuentro casual, de una propuesta a ser tu amigo y compañero de camino, que no te violenta tu libertad, sino sólo te invita: “Si tú quieres…ven”

¿Cómo se siente esta invitación de Jesús? Para responderte esta interrogante, es más fácil comenzar diciéndote cuando no lo es:

  • No es el resultado de una deducción lógica o de una demostración matemática.
  • No es la ausencia de inclinación o atracción al matrimonio.
  • No es un puro sentimiento.
  • No es una “idea” que se tiene.

Sentir a Jesús es ser capaz de “oír” el “lenguaje” con el que Él se dirige a lo más profundo de tu persona, a través de tu historia, tus talentos, tus aspiraciones y deseos más profundos, aquellos más íntimos; a través de tus sentimientos y pasiones, de tus experiencias positivas y negativas de la vida, de las oportunidades y retos.