«Hoy es el día de mi resurrección» Padre José del Rey. 29/12/2023

La mañana de ayer el P. del Rey, S.J. comentó a Yolervis, una joven cuidadora, «hoy es el día de mi resurrección». Esta frase resume el sentido de su fe que revela una relación íntima y profunda con Jesucristo, relación que hace de su muerte una entrega confiada a Dios.

Hacía unas semanas había perdido el apetito y su salud este mes desmejoró. Ayer, 28 de diciembre de 2023, día de los santos inocentes, partió a la casa del Padre en la Enfermería Provincial de Caracas, a los 89 años de edad, 71 de vida en la Compañía de Jesús, 60 de ministerio sacerdotal y 57 de Últimos Votos.

Su retiro del mundo académico hace un año, cuando tenía 88 años, le pegó muchísimo, lo deprimió. José, quería seguir escribiendo y reconstruyendo la memoria histórica de la misión de la Compañía de Jesús, en Colombia y Venezuela, su pasión intelectual, pero las fuerzas ya no le daban, le tocaba, pues, obedecer los límites que la vida nos imponen cuando, por gracia de Dios, nuestra existencia se prolonga en el tiempo.

Este año 2023, en Semana Santa, mientras le daba los Ejercicios Espirituales de 8 días, platicamos, y, recuerdo que estaba existencialmente en una lucha interior, se resistía a aceptar su reducción física, propia de sus años. Me pidió ir a España a recuperarse para luego volver y retomar la investigación. Al día siguiente cayó en cuenta de que sus fuerzas no le daban para un viaje tan largo y no quería que la muerte le sorprendiera fuera de Venezuela, su tierra adoptiva, llena de vínculos y entrañables amores.

José del Rey, fue un hombre, académico, apasionado por los estudios históricos. Hizo desde la academia grandes aportes a la historia de la Compañía de Jesús en Venezuela y en Colombia. Desde sus libros, como en las conversas personales con él, contemplamos su amor y su pasión por estas tierras. Con su mirada de científico y hombre de fe, supo escudriñar los pasos y sueños misioneros de los jesuitas para mostrarnos la memoria de la Compañía de Jesús. Lo anterior lo podemos ver en sus más de 90 libros dedicados a la historia. Para nosotros es un legado que seguirá dando frutos para la Iglesia, la Compañía y el país.

También, como hombre de Estado, vinculado al Ministerio de Relaciones Exteriores en tiempo de la democracia, asesoró a varios gobiernos en temas de frontera y soberanía nacional, un venezolano insigne e ilustrado, miembro de número de la academia de la historia y de la academia de la lengua castellana, entre otros títulos honoríficos.

Como reconocimiento a su misión como Rector de la Universidad Católica del Táchira (UCAT) de 1982-2002, escribe en 1993, Marco Tulio Rodríguez Roa, para entonces Obispo de San Cristóbal, «a todos nos ha dejado maravillados su competencia y entrega generosa y sacrificada al servicio de la universidad».

El P. Julio Velilla, S.J., en los años 90, para entonces superior de la comunidad de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), dice de José del Rey, «su línea de trabajo, desde sus años de estudiante (Filosofía) en la Compañía han sido la investigación y estudio de los jesuitas de la Nueva Granada, las misiones del Orinoco, etc.

Parece que tiene planes de añadir a los muchos libros y folletos que ha escrito, la elaboración de una Historia General de la Compañía de Jesús en estas tierras, con dos partes, una de investigación y otra de divulgación. En el Consejo Nacional de Universidades (CNU) tiene una gran autoridad. Los rectores lo solicitan como mediador cuando no pueden ponerse de acuerdo. Es un hombre muy institucional. Deja bien claro que en los cargos académicos representa a la Compañía de Jesús y no se representa a si mismo a título personal. Es apasionado, polémico en ocasiones, ardoroso y tenaz; acompañó su vocación académica y de investigación con su trabajo pastoral entre la gente sencilla, una faceta desconocida para muchos.

El P. Jesús (Txuo) Rodríguez, S.J., comenta: «siendo rector de la UCAT mantuvo cercanía y apoyo al P. Pastor Villalonga, fundador de la iglesia en El Nula, en el Alto Apure, con quien le unía una gran amistad y admiración por el ímpetu misionero del padre Pastor».

Desde estas tierras que tanto amó el P. José del Rey, S.J., agradecemos a su familia el don de su vida. ¡Muchas gracias! Un día como María y José, Don Joaquín y Doña Catalina, fueron al templo a bautizar a José del Rey, y el niño creció, se hizo hombre y vivió su bautismo haciéndose sacerdote e historiador, hermano y amigo, desde ahora se encuentra sembrado en el Corazón de Cristo, lugar en el cual se encuentra con sus padres Don Joaquín y Doña Catalina, porque como él mismo lo formulara con sus palabras «hoy es el día de mi resurrección». No es pues, día de duelo, es día de júbilo, de agradecer la vida, y con el salmista decir: «canten al Señor un contigo nuevo», porque somos testigo que el Señor sigue obrando entre nosotros, a través de testigos, como nuestro hermano José del Rey.

 

Algunos datos biográficos:

Nació en Zaragoza, España, el 18 de abril de 1934. Su recorrido académico fue en Filosofía y letras en la Universidad Javeriana de Bogotá; Ciencias sociales en la Javeriana de Bogotá; Doctor en Humanidades en la Universidad de Los Andes, Mérida; Ciencias teológicas en San George, Frankfurt.

 

Actividades Académicas:

-Fundador del Centro Venezolano de Lenguas Indígenas (1967); fundador del Centro de Historia Eclesiástica Venezolana (1967); Fundador de la revista Montalbán.

 

Cargos académicos:

Director de la Escuela de Letras de la UCAB (1968-1971); Director del Instituto de Investigaciones Históricas en diversos periodos; Decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCAB (1975-1979); Vicerrector Académico de la UCAT (1979-1982) y Rector de la misma (1982- 2002).

Doctor Honoris Causa por las Universidades: Universidad de los Andes (1991), Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos” (1993), Universidad Cecilio Acosta de Maracaibo (1996). Universidad del Zulia. Maracaibo (2002). Pontificia Universidad Javeriana (2018). Académico de Número de las Academias: Nacional de la Historia (1996) y Venezolana de la Lengua (2015).

Para finalizar, pedir a nuestra madre María, a quien continuamente se encomendaba en sus rosarios, que lo tome de la mano, lo lleve al Corazón de Cristo, y en él, contemple la luz eterna de su gloria.

P. Alfredo Infante, S.J.

Provincial