Cuando los discípulos de Emaús caminaron juntos para regresar a su tierra, iban cabizbajos como sumidos en la desesperanza, ¡se ha muerto el Maestro!… Alguien se acerca, camina junto a ellos, se abre la posibilidad de un diálogo, ellos experimentan alegría, sienten algo que se mueve, que no pueden valorar en el momento,  pero que durante ese instante de partir el pan descubren y sus ojos se abren, es Él.

Ha muerto la esperanza. En medio de una situación tan controversial por la crisis y pandemia en la que vivimos, de sufrimiento, dolor, muchas familias venezolanas incluidas las de San Javier del Valle, vivimos en un mar de incertidumbre como los discípulos de Emaús, se suma todo lo que aqueja al país.

Cómo descubrir que alguien se acerca, camina a nuestro lado. El reto de llevar a cabo una serie de encuentros presenciales, con todas las medidas de bioseguridad, para estudiantes y personal, nos ayudaría a descubrir esos signos de Resurrección que aún en medio del dolor y sufrimiento nos llenan de alegría y en donde también se compraría el pan.

Los momentos de encuentro que hemos tenido, con el apoyo de la Provincia de los Jesuitas, apostando por la comunidad y familia de San Javier, ha motivado a muchos a seguir en la misión, renovados, alguien me decía “me sirvió para confirmar que estoy feliz, que a pesar de la situación no me apago…”, otro “esto me ayudó a reafirmar mi decisión y seguir trabajando aquí en este lugar”. Son experiencias que llenan de sentido el trabajo en la Educación que transforma y libera, evangeliza, que nos une. Con el equipo de Gestión del Colegio, en la Casita de la Virgen, los días lunes 19 y martes 20, se reflexionaba, no podemos ceder y permitir que la desidia termine con nuestra Institución, el derecho a la vida, no es negociable.

Hemos caminado juntos, con estrategias y herramientas de espiritualidad, en el encuentro que tuvo lugar, los días 22 y 23, con 20 personas, en la Casa de Ejercicios San Javier del Valle grande, con un equipazo, iniciando itinerarios que pretendían despertar esa mirada que nos lleve a decir a los nuestros “Ha resucitado el Señor y nos ha dicho tales cosas…”

Los estudiantes mayores de 5to y 6to tuvieron su oportunidad para volver al colegio y poder compartir. Entre su labor social, pasantías, tutorías de clase y de proyecto de vida, vivieron un tiempo diferente. Con previa organización de espacios y tiempos, por grupos, regresaron a sus casas contentos. Su colegio, segunda casa fue su Emaús, aunque su estadía fue sólo de algunas semanas en calidad de internos durante esas 3 o 4 semanas, agradecían al final en la exposición de su experiencia cuánto habían aprendido, a las personas que les habían permitido venir, a sus profesores.

Acompañar y formar a los laicos y en este caso a los jóvenes, dándole herramientas en este momento histórico concreto o incluso a los laicos quienes asumen su propia historia… Y es que atrevernos a abrir espacios para contemplar, mirar, reflexionar juntos nos acerca a ese momento del retorno a Emaús, con otra mirada.

San Javier no está lejos de ser una comunidad que en este momento descubre signos de esperanza en el encontrarnos, caminar juntos y en la alegría de convivir juntos… Renace la esperanza, da un paso atrás la muerte, que nos lleva a mirar con ojos nuevos la misma realidad que confrontamos día tras día.

Agradecida con la experiencia…

Liliam Gómez, ADC

San Javier del Valle