La Navidad llega en un momento en que la realidad social, económica e institucional que vive Venezuela nos duele profundamente.

Tenemos un país empequeñecido económica y demográficamente, con elevados índices de pobreza y desigualdad.

Para nosotros es imposible celebrar la Navidad sin recordar…

  • A las personas afectadas por la Emergencia Humanitaria Compleja
  • A los miles de personas afectadas por la Covid-19 y a los hogares donde hay un vacío por el fallecimiento de un ser querido producto de la pandemia

  • A los miles de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que abandonaron sus estudios, por el cierre de colegios y universidades.

  • A los millones de migrantes, caminantes, que se enfrentan a riesgo de extorsión, a la explotación, a la violencia física y sexual y a la falta de acceso a los sistemas de apoyo de los países hermanos.

Nuestra respuesta a esta crisis no puede venir de la mano de más desesperanza y desconfianza.

Tenemos que afrontar el futuro con determinación.

Por eso este 2021, gracias a la generosidad de colaboradores y colaboradoras, sumado al trabajo articulado y en red con nuestras Obras, logramos:

  • Apoyar a Fe y Alegría en su programa de alimentación escolar, con nuestra Campaña, “Una Comida para aprender”.

  • Acompañar a nuestras parroquias en la atención a familias afectadas por la crisis humanitaria y por los efectos de las medidas para la contención de la COVID-19.

  • Contribuir con el proyecto de alimentación a personas y familias en situación de vulnerabilidad del Movimiento Juvenil Huellas.

  • Apoyar el Proyecto de Conectividad del Instituto Universitario San Francisco de Fe y Alegría, para garantizar el derecho a la educación a jóvenes en Maracaibo.

  • Liderar la campaña “Maestros al Teléfono”, promoviendo una educación móvil que garantice igualdad de oportunidades para estudiantes de Fe y Alegría.

  • Contribuir al fortalecimiento institucional del Consorcio que trabaja por afrontar la emergencia humanitaria y por dar una atención integral en sus comunidades de incidencia.

  • Apoyar el Proyecto del Movimiento Juvenil Huellas “Cambiando trayectorias infantiles en comunidades vulnerables de Venezuela”.

Estamos felices porque crece la solidaridad y la responsabilidad compartida.

La Navidad es para nosotros un llamado a la solidaridad con nuestros hermanos y hermanas.

En nuestras manos está responder a la llamada con esperanza, ofreciendo caminos nuevos de vida, empujando e iluminando, en medio de tantas oscuridades.

¡Que el niño de Belén sea esperanza para todos y todas!

 

Txuo Rodríguez Villarroel, S.J.

Fundación Unidos en la Misión