Un poco más de 2000 arepas semanales es el reflejo de la jornada cotidiana de las mañanas del personal de cocina en el Instituto San Javier del Valle Fe y Alegría en la ciudad de Mérida.
La jornada marcada por la monotonía de los oficios diarios y los servicios generales de mantenimiento, podría ser una constante en la vida de un estudiante, un profesor, un obrero o un jesuita en San Javier del Valle. Sin embargo, los contantes retos de este año académico, que cierra con grandes oportunidades y pequeñas valiosas metas alcanzadas, nos reflejan la posibilidad de un Dios que sigue obrando y siendo protagonista en esta historia de constante movimiento.
Este año académico que culmina se logró, de la mano de importantes aliados, proyectar una finca modelo en el estado Mérida, generando procesos novedosos en el cuidado y crianza de bovinos, ofreciendo métodos pedagógicos de vanguardia y la posibilidad de generar conocimiento técnico y productivo desde las aulas.
Los proyectos socioproductivos exploradores de nuevas técnicas agrarias representan un importante hito en la constante construcción de conocimiento compartido.
Los procesos pastorales y los procesos de orientación y convivencia se siguen perfilando como una prioridad importante para todo el cuerpo directivo, desde un acompañamiento efectivo de los estudiantes, docentes y obreros, asumiendo como gran apuesta el sentido humanizador de la vida y las relaciones interpersonales.
Las contantes dificultades estructurales de los servicios públicos en la ciudad de Mérida no han sido limitantes para que más de 400 estudiantes puedan contar con todo lo necesario para el desarrollo de sus actividades habituales. En San Javier, la educación de calidad se ve confirmada en gran parte por mucha voluntad y compromisos de los docentes implicados y, por otro lado, en otra gran parte con la inspiración divina que vocacionalmente nos sigue impulsarlo como un cuerpo de colaboradores en la misión de Cristo.
Cerramos un año de grandes retos, confiados en que este pequeño milagro en los andes venezolanos es y será posible gracias al trabajo y la oración de muchos colaboradores implicados en esta labor que se confirma día a día. Por tantas cosas que agradecer en este periodo 2023-2024, Gracias Señor Gracias.
Leonardo Álvarez Arcia, S.J.