En el Colegio Gonzaga nos alzamos una vez más como un faro de esperanza y renovación. Los elementos fundamentales que durante años han sido pilares de su identidad como el Movimiento Juvenil Huellas, Brújula Juvenil, las actividades deportivas extracurriculares (fútbol y baloncesto) y los Ejercicios Espirituales con el personal, han experimentado un resurgimiento milagroso que ha revitalizado el espíritu de la comunidad educativa.
El Gonzaga ha demostrado una valiente determinación para reconstruir y fortalecer lo que una vez brilló con intensidad en sus instalaciones. Huellas, reconocido por su compromiso social y su impacto transformador en los jóvenes, ha vuelto a cobrar vida, inspirando a los estudiantes a involucrarse activamente en causas significativas y a marcar la diferencia en su entorno. En la actualidad 115 jóvenes se dan cita cada sábado para compartir la experiencia huellista, bajo la guía de las profesoras Valeria Zabaleta y Adriana Arrieche, quienes se dedican con pasión a formar y asesorar el lugar de encuentro.
Brújula juvenil, que durante años ha guiado a los jóvenes hacia la excelencia académica y personal, se erige nuevamente como una luz orientadora que impulsa a los estudiantes a descubrir su potencial y a trazar sus propios caminos hacia el éxito, 25 jóvenes de la mano de su coordinadora, la profesora Martha Cuicas, han retomado el proceso de formación en valores y liderazgo Ignaciano.
Se han vuelto a llenar nuestros campos y canchas con la disciplina de fútbol y baloncesto, volvemos a ser un espacio de encuentro donde reina la camaradería, competencia sana y superación personal para los estudiantes, recordándoles la importancia del trabajo en equipo y la disciplina. De esta manera el Gonzaga Sport Club se activa y el Colegio se posiciona nuevamente como referente deportivo en la región Zuliana. Este trabajo es acompañado por los profesores Broderick Leen y Marcos Gedler.
Los Ejercicios Espirituales con el personal docente, administrativo y obrero han retomado su lugar como momento de reflexión, conexión y crecimiento interior. Ha sido por tradición de largos años que la comunidad educativa del Gonzaga participa de esta experiencia para los días de carnaval. Este año, luego de un período de formación en los llamados “círculos de espiritualidad” que acompañó el P. Johnny Veramendi, S.J., ¡hemos regresado a San Javier del Valle!, y compartimos una experiencia de Ejercicios Espirituales, momento que acompañó el P. Oscar Buroz, S.J., y que incentivó a 40 personas entre profesores, administrativos y obreros a vivir un momento de encuentro personal. Este retomar es la unión de un esfuerzo conjunto para animar, apostar e invertir en estas actividades vitales que han sido el alma de la institución durante tanto tiempo.
En Semana Santa y bajo la guía de la Red Juvenil Ignaciana, seis de nuestros estudiantes participaron de la experiencia del “Mochilazo Jesuita”, un sueño que reunió a 24 jóvenes de los cuatro Colegios de la Compañía de Jesús en Venezuela. “Fue una actividad que marcó mi juventud y que me brindó herramientas para seguir caminando, y mirando la vida con pasión, gestos de cariño y profunda fe en la gente”, comenta Juan Marcano, estudiante de 4to año, participante de la actividad. En el mes de mayo tuvo lugar el encuentro y Eucaristía de cierre de la experiencia. Como Colegio agradecemos al equipo de la red juvenil por su acompañamiento, su disposición y por soñar con espacios para nuestros jóvenes donde se pueda pensar y mirar la vida.
Todo esto es muestra de un resurgimiento milagroso, es testimonio del espíritu Gonzaga. Cada paso hacia adelante representa un acto de fe en un futuro lleno de promesas y oportunidades para todos aquellos que forman parte de esta gran familia.
En tiempos de adversidad, el Colegio demuestra que la esperanza nunca se pierde si se mantiene viva la llama del compromiso, la dedicación y la fe para un mañana mejor. Sigamos siendo caminos de esperanza de mirada creativa, de brazos abiertos.
Acompáñanos ¡Camina Conmigo!
Ramón Ferrer
Colegio Gonzaga