Pío Zavala Echeverría nació en Tolosa, Guipúzcoa, España, el veinticinco de noviembre de 1920. Fue bautizado a los dos días de nacido, en la Parroquia Santa María de su ciudad natal.

Aunque no se tienen datos de sus Padres, sabemos que tuvo tres hermanos y que la educación que recibieron fue primordial en su discernimiento vocacional para escuchar el llamado del Señor.

Estudió primaria y bachillerato con los Hermanos del Sagrado Corazón en Tolosa. A continuación, fue a San Sebastián para cursar y obtener los títulos de Perito Mercantil y Profesor Mercantil. Mientras estudiaba también decidió trabajar algunos años en la administración de la Papelera Amaroz de Tolosa.

El llamado vocacional seguía insistiendo en él, por lo que tomó la decisión de ingresar a la Compañía de Jesús. El quince de octubre de 1943, con casi veintitrés años, ingresó al Noviciado en Loyola, España.

Finalizada su formación en el Noviciado, inició la etapa del Juniorado en el Colegio de la Bienaventurada Virgen María de la Antigua en Orduña, Vizcaya, España, por tres años donde estudió gramática, humanidades y retórica hasta 1948.

Fue destinado a estudiar Filosofía al Colegio Máximo San Francisco Javier de Oña, Burgos, desde 1948 hasta 1951.

El mismo año en el que terminó la Filosofía, fue destinado a Venezuela a donde llegó el siete de agosto de 1951, para realizar su Magisterio en el Colegio San José en Mérida. Allí se desempeñó como profesor de catequesis de 1º a 4º grado, ciencias y matemáticas de 5º grado, y subprefecto de disciplina. En el curso de 1952-1953 fue maestro de matemáticas de 1er año en las secciones “A” y “B” e Historia en 6to grado, además de ayudante del procurador.

Finalizado el Magisterio, en 1954, volvió al Colegio Máximo San Francisco Javier en Oña, Burgos, para su primer año de Teología, y permaneció allí hasta 1958. Al terminar su tercer año de Teología fue ordenado sacerdote, en el curso de 1956-1957, el treinta de julio de 1957.

Culminada la Teología en España, regresó nuevamente a Venezuela en el curso de 1958-1959 a la residencia de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) para desempeñarse como ecónomo de la universidad y de la casa, además de confesor de los alumnos.

En 1960 fue a Colombia, a La Ceja, para hacer la Tercera Probación en el Noviciado de San Estanislao de Kostka.

Ese mismo año luego de terminar su terceronado, fue destinado a Caracas al Instituto Técnico Jesús Obrero (ITJO) para desempeñarse como ecónomo, profesor de religión y padre espiritual.

Un año después sigue en la residencia del ITJO y ayuda a la Parroquia de San Ignacio en Catia, Caracas, y sigue desempeñándose como Ecónomo de la comunidad. También dio Ejercicios Espirituales, catequesis y fue confesor en el Templo. Sus Últimos Votos los emitió en Los Teques el dos de febrero de 1962 ante el P. Viceprovincial Daniel Baldor, S.J.

En el año de 1962, es nombrado Ecónomo de la Vice Provincia y pasa a vivir en la Curia Provincial hasta 1975. Durante ese periodo le tocó la dura gestión que supuso el cierre de la “Cooperativa Javier”, que abarcó la liquidación de la cooperativa, la venta del Colegio San José de Mérida, y otras propiedades, además de tener que hipotecar todos los bienes de la Provincia.

Años muy duros en que la sabia y estricta administración del P. Pío Zavala, S.J. hizo que la Provincia saliera a flote de las inmensas deudas, y que al terminar su misión quedara saneada económicamente.
Tras el arduo quehacer administrativo buscaba los domingos “descansar” ofreciéndose en parroquias para misas dominicales, confesiones, y hasta que la fuerza se lo permitieron ir a jugar fútbol con los novicios y juniores en Los Teques.

Luego de catorce años fue a Madrid a la residencia Beato Pedro Fabro, para actualizarse en Teología y Pastoral. Un año más tarde regresó nuevamente a Caracas, a la Curia Provincial, como revisor de las arcas provinciales y operario.

En 1977 fue a Guarenas, para ejercer como párroco de la Parroquia que después construyó con la advocación de Nuestra Señora de Coromoto, además de ser revisor de las arcas provinciales. También edificó varias capillas en esa ciudad, y durante sus labores vivía en la urbanización Doña Menca de Leoni.

En 1981 el párroco y el vicario cooperador cambiaron de vivienda, pasando a vivir en la urbanización Manuel Martínez en Trapichito sector 3 (frente a los bloques 19 y 20).

Aunque no se encontraba bien de salud, ya que esta fue puesta a prueba por la diabetes y un infarto, nunca le faltaron ánimos para seguir en la pastoral. Una pastoral con énfasis en la catequesis y un estilo exigente, metódico, fiel y servicial.

En el año de 1986 quedó como ministro y párroco de Nuestra Señora de Coromoto, además de seguir desempeñándose como revisor de las arcas provinciales, hasta 1995. Luego en 1996 hasta el 2001 solo se desempeñó como párroco.

En el 2002 fue a Caracas, a la Comunidad de la Residencia San Francisco como operario, colaborando en la Pastoral del Templo.

Un año después pasó a la Enfermería Provincial, mientras seguía colaborando en la Iglesia San Francisco hasta el año 2005. El último año de su vida quedó en la Enfermería Provincial orando por la Iglesia y por la Compañía.

El miércoles treinta y uno de enero de 2007 falleció el P. Pío Zavala Echeverría, S.J. en Caracas, a los ochenta y seis años de edad y sesenta y tres de Compañía.

Fue el mayor de sus tres hermanos que decidieron consagrar su vida al Señor e ingresar a la Compañía de Jesús.

En una carta del P. General Peter-Hans Kolvenbach, S.J. por sus cincuenta años en la Compañía, le agradece por sus servicios: “A nombre de la Compañía, agradezco a usted todo lo que por ella ha orado y trabajado con ejemplar dedicación durante este medio siglo que el Señor le ha concedido vivir gozosamente en su servicio. Estoy seguro que han sido años en los cuales usted ha vivenciado la presencia del Señor de muchas maneras, y que ha sabido encontrarlo en medio de sus alegrías y sufrimientos, de sus éxitos y fatigas”.

El P. Rafael Carias, S.J. le dedicó algunos versos en la celebración de su quincuagésimo aniversario en la Compañía, aquí colocamos un par de estrofas:

Monumento al P. Pío Zavala, S.J.
Tu Iglesia abarca la hacienda
donde nació el otro Pío
y se extiende hasta Guatire
donde nació el otro tío
el de la pipa y albur
que se llamó Betancourt

Tus predios van por los hitos
del famoso trapichito
y trapiche invita a caña
por eso los borrachitos
ya están quemando cohetes
en tu honor en Trapichito…”

Damos gracias a Dios por la vida y obra del P. Pío Zavala Echeverría, S.J., y pedimos que su ejemplo nos anime en la misión encomendada.

Schirley Echenique

Comunicaciones Curia