Ignacio Huarte Arreche nació el veintisiete de octubre de 1933 en Rentería, Guipúzcoa, España. Hijo de Antonio y Verónica, creció en un hogar de profundas raíces cristianas.
Ingresó al Noviciado de la Compañía de Jesús en Loyola, España, el tres de septiembre de 1950, y culminó el Noviciado en Villa Pignatelli en Los Chorros, Estado Miranda, donde emitió los primeros votos el once de septiembre de 1952.
Posteriormente realizó los estudios de Juniorado en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en Santa Rosa de Viterbo, Colombia, desde 1952 hasta 1954.
Completado el Juniorado, hizo la Filosofía en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá de 1954 hasta 1957.
Al terminar la Filosofía fue enviado al Colegio San Ignacio de Caracas para hacer el Magisterio, iniciando como subprefecto de disciplina, docente de historia universal y geografía universal en 1er y 2do año. También fue el encargado de la biblioteca y colaboró en la revista “Edasi” entre 1957 y 1959.
Amplió más su participación en el Colegio en el último año, cuando fue nombrado director de la banda de guerra.
Tras completar la etapa de Magisterio, fue destinado para estudiar a Montreal, Canadá, para cursar los estudios de Teología en La Inmaculada Concepción entre 1960 y 1964. En el tercer año fue Ordenado Sacerdote por Monseñor Valerio Bélanger, Obispo Auxiliar de Montreal, el veinte de junio de 1963. En 1964 obtiene su licenciatura en Teología.
Hizo la Tercera Probación en la Maison La Colombière, Paray Le Monial, Francia, en 1965. Finalizada la Tercera Probación, fue destinado al Colegio Gonzaga de Maracaibo, en el curso de 1965-1966, donde se desempeñó en múltiples funciones: prefecto de estudios, secretario, profesor de religión en tercer año, docente de latín en 5to año de humanidades, director de la Academia Gonzaga, moderador de la revista “Catedra” y capellán de Villa Gonzaga. Dado su liderazgo y dedicación, el veintisiete de julio de 1966 fue nombrado Rector del Colegio, cargo que ocupó hasta 1971.
Profundamente comprometido con la comunidad educativa, también dirigió la Asociación de Padres y Educadores y presidió Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) seccional Zulia, dejando una profunda huella en la formación de numerosas generaciones.
Un hombre profundamente humano, capaz de conectar con los demás a través de su empatía y su genuino interés por el bienestar ajeno.
El quince de agosto de 1969 profesó sus Últimos Votos ante el P. Acacio Belandria, S.J., Superior de la residencia San Felipe Neri de Maracaibo.
El veintiuno de octubre de 1971, hasta el tres de octubre de 1976, se desempeñó como Superior de la comunidad del Noviciado y Maestro de Novicios.
En 1974 fue elegido para participar en la Congregación General 32º de la Compañía de Jesús. Inspirándose en San Ignacio, así como en la labor de los mártires latinoamericanos y monseñor Romero, encontró un estímulo poderoso para su búsqueda espiritual y apostólica.
En 1976 fue trasladado a Caracas, donde se dedicó a la labor pastoral en la Parroquia La Vega, específicamente en el Barrio El Milagro. Allí, impartió Ejercicios Espirituales y se involucró en la comunidad.
Encontraba gran satisfacción el compartir la vida cotidiana de la gente, visitando casa por casa.
San Félix se convirtió en su nuevo destino en 1979. Allí, se hizo vida en el barrio Bellavista, a la vez que trabajó en la fábrica. Su estadía allí se extendió hasta 1982.
De 1982 hasta 1985 fue nombrado director regional de Fe y Alegría en el Estado Zulia.
Terminada su labor en Fe y Alegría, emprendió una nueva etapa como Provincial de Venezuela el cuatro de mayo de 1985 hasta 1991.
Al concluir su labor como Provincial, fue destinado a Barquisimeto, asumiendo diversos roles como: Superior de la Residencia, vicario cooperador de la Parroquia Jesús de Nazaret, fue coordinador de formación, director de Ejercicios Espirituales, colaboró en el Centro de Espiritualidad de la Provincia, en el Noviciado de la Provincia y en el Inter congregacional.
En agosto de 1995, fue nombrado Superior de la Comunidad de estudiantes Ignacio Ellacuría, además de coordinar la Comisión de Formación de la Provincia. También fue miembro de la Comisión de Fe y Justicia y del Centro de Espiritualidad, y dirigió Ejercicios Espirituales.
Un hombre de corazón noble, cuya vocación encontró su mayor realización en el servicio a los demás, guiado por una fe profunda que impregnaba cada una de sus acciones.
El veinticinco de enero de 1998 el P. Ignacio Huarte Arreche, S.J. falleció de forma repentina por un infarto de camino al hospital, tenía sesenta y cinco años de edad y cuarenta y ocho años de Compañía.
Este suceso produjo una gran conmoción, sobre todo en la comunidad del Filosofado, todavía en el clima de retiro que él les acababa de dirigir.
Su gran amor fue la Compañía de Jesús, manifestó ese amor con su preocupación, entrega y disponibilidad permanente. Aunque se sentía a gusto en Venezuela, siempre se encontraba disponible para ir a Cuba o Haití a la tarea de un maestro de novicios, si era necesario.
Al dar los Ejercicios de San Ignacio (EE. EE.) se dedicó a proponerlos y acompañarlos en la modalidad de la Vida Corriente, en distintos escenarios. Esta profunda experiencia dio origen a su obra “Despertar a la vida diferente”.
En un escrito el P. Paco Percaz, S.J. describe al P. Ignacio Huarte, S.J.: “Hará falta tiempo para que nos hagamos conscientes de todo lo que él ha significado para nosotros y del mensaje que nos deja con su vida. Una vida que es invalorable dentro de la Provincia de Venezuela. Iñaki fue el Provincial de los jóvenes (…) ellos fueron su principal atención y recuerdo que cada vez que venía al noviciado, su visita significaba una auténtica fiesta, porque Iñaki alegraba el ambiente con sus bromas”.
Damos gracias por la vida y obra del P. Ignacio Huarte Arreche, S.J., y pedimos que su ejemplo nos anime en la misión encomendada.
Schirley Echenique
Comunicaciones Curia