Era un hombre humilde, no le agradaba para nada que lo felicitaran, ni siquiera el día de su cumpleaños. Vivía con convicción su entrega religiosa. Su entrega al servicio de los más pobres, y su amor a la Virgen era total. Trabajó en cooperativas en Barquisimeto y en Puerto Ordaz atendiendo a los más necesitados, también desarrolla un trabajo de pastoral popular a través de la Parroquia Cristo Rey de Barquisimeto como párroco, desde 1974 hasta 1980.
Es nombrado encargado de la pastoral juvenil y luego de la pastoral vocacional desde 1981 a 1987. En este tiempo tuvo una especial cercanía al trabajo con los laicos a través de las Comunidades de Vida Cristiana (CVX) de las que fue asesor por varios años. Los que lo rodeaban agradecían sus gestos de servicialidad, deferencia y cercanía. Ya para finales de los años 90 asumirá su rol como Confesor en San Francisco.
El P. Beaumont tenía un especial interés en atender al clero diocesano y la formación de los laicos. En una oportunidad expresó: “yo sueño con una Compañía de Jesús en Venezuela que pueda ocuparse más del acompañamiento al clero diocesano, a los seminaristas y a los sacerdotes jóvenes… Los seminaristas piden que seamos nosotros quienes los acompañemos espiritualmente, yo hago lo posible dedicando una tarde a la semana hasta la noche, para escuchar a los muchachos del Seminario”.
El 31 de marzo de 1998 asumió, por petición del P. Provincial Arturo Sosa S.J., la dirección del Hogar Virgen de los Dolores, Obra en la que se abocó con todas sus energías. Su salud se fue resintiendo, pero su labor y su personalidad seguía intacta. Nunca se quejó y a todo el que se le acercaba lo saludaba tendiéndole la mano casi para abrazarlo y con una inmensa sonrisa en su rostro. En sus últimos días dirigió unos Ejercicios Espirituales en Mérida. Regresó a Caracas muy agradecido por la experiencia vivida en Mérida; pero lamentablemente sufrió una convulsión y su estado de salud se complicó. El 7 de septiembre de 2011 falleció a consecuencia de un infarto en la Enfermería Provincial.
Damos gracias Dios por la vida y obra del P. Guillermo Beaumont Landarech S.J., pedimos que su ejemplo nos anime en la misión encomendada.
Archivo Provincial