El P. Acacio Belandria Pulido nació en Mesa de Pérez muy cerca de Pregonero, la capital del municipio Uribante en el Edo Táchira, el 25 de enero de 1930. Fue bautizado en la Iglesia Parroquial de Pregonero e hizo los estudios de Primaria en Mérida. El 25 de enero de 1945 ingresó en el Noviciado San José de Pignatelli en Los Chorros y tuvo como Maestro de Novicios al P. Vicente Pardo, S.J. Pronunció sus primeros votos el 28 de enero de 1947 ante el Viceprovincial Juan María Ponce, S.J. Estudió Humanidades entre 1947 y 1950 en Sta. Rosa de Viterbo, Colombia. La Filosofía la realizó entre 1950 y 1953 en la Universidad Javeriana de Bogotá, obteniendo la Licenciatura en Filosofía y Letras. Luego su Magisterio lo ejerció como Profesor e Inspector en el Colegio San José de Mérida entre 1954 y 1957. Entre 1957 y 1961, cursó Teología en Weston, Massachussets, en EE.UU. Fue ordenado el 18 de junio de 1960 por el Arzobispo de Boston Ricardo Cushing en Weston. En 1961 hizo la Tercera Probación en La Ceja, Medellín, Colombia. En 1962 vuelve a Venezuela para trabajar en el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) y en la Juventud Obrera Católica (JOC) viviendo en la comunidad de la Residencia de San Francisco, en Caracas.

Para 1963 es destinado como Párroco a la Residencia San Felipe en Maracaibo, Edo. Zulia. Allí pronunció sus Últimos Votos el 02 de febrero de 1964 ante el Superior de la Residencia P. Jesús Joaristi, S.J. Entre julio de 1966 y noviembre de 1972 es Superior de la Residencia de Maracaibo. En paralelo realizó un año de estudio de Teología Pastoral en Madrid, entre 1969 y 1970. A su regreso se dedicó a la actividad pastoral de nuevo en San Felipe; pero a partir de 1972 enfocó todos los esfuerzos de su trabajo pastoral en el Barrio “Simón Bolívar’ de Maracaibo, que para ese entonces era un caserío con muchas carencias.

Desde principio de la década de los 70 y hasta casi finales de los 80 se entregó completamente a su trabajo pastoral en el Barrio Bolívar. Día tras día, con ensayo y error, se fue ganado la confianza y el afecto de todos los habitantes del sector, que de su mano se fueron formando espiritual y políticamente. Con su guía se organizaron para conseguir beneficios colectivos.  También trabajó como Consultor del Centro Formación Domingo Verde. La semilla de organización y estructura que él sembró derivó en iniciativas como “Hidrobarrio” para responder a los problemas de servicio de agua potable. Para la edición Nº10 de la Revista Jesuitas de Venezuela, que se publicó en noviembre de 1987, el P. Belandria, S.J. concedió una entrevista sobre lo que impulsó su trabajo en el Barrio Bolívar, en esa oportunidad expresó: “La misión del sacerdote es hacer que el evangelio entre dentro de la vida del pueblo. Trabajar para que el pueblo, impulsado por la fe, tenga poder. No podemos conformarnos con reunir a la gente alrededor del templo, del culto, de las cofradías… Eso, a la larga, no tiene palabra alguna frente a la ciudad. Dios anda por las calles y la labor del sacerdote es contribuir a que la gente lo descubra”.

En 1987 es nombrado Párroco de la Iglesia Jesús de Nazaret en El Barrio Manzanillo del Municipio San Francisco, en Maracaibo, Edo Zulia. Allí siguió con su trabajo apostólico de base. Continuo en constante lucha por mejoras en la educación y la calidad de vida de los habitantes del sector. El 03 de octubre de 1996 fue nombrado Superior del Teologado Pedro Arrupe. Finalmente, en el año de 1999 fue destinado como Párroco a la Parroquia San Camilo de Lelis en El Nula, Edo. Apure. Allí siguió trabajando por impulsar las reivindicaciones sociales y sosegar la complicada situación que enfrentaban los habitantes de esa región fronteriza. Allí participó en la fundación de la Defensoría de Niño, Niña y Adolescente en El Nula, la Comisión de Justicia y Paz y el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR).

Sobre su trabajo en El Nula Lic. Merlys Mosquera Chamat, directora regional del SJR para ese entonces expresó: “Acacio también fue un gran defensor de los derechos de los refugiados. Fue uno de los pocos que se atrevió a denunciar públicamente el reclutamiento forzado de niños y niñas en El Nula, los abusos y detenciones arbitrarias de las fuerzas militares contra lo refugiados y la presencia de los grupos armados colombianos como la FARC y el ELN en territorio venezolano. Su liderazgo dio impulso al trabajo del SJR en Venezuela, entro otros proyectos que ayudan a mejorar las condiciones de pobreza y la exclusión que vive la gente en esa frontera”.

El 24 de octubre del 2010 en el marco de la celebración de su quincuagésimo (50º) aniversario sacerdotal el P. Belandria, S.J. expresó: “Muchas veces me han preguntado por qué me decidí por ser sacerdote. Mi respuesta siempre ha sido y sigue siendo la misma: mejor es que me pregunten por qué me he mantenido firme en este camino. Tres amores profundos y apasionados son la fuente de mi fortaleza y de mi firmeza en este caminar.  Si queréis llámenlos, y los llamo así, mis tres credos: Creo y amo a Jesucristo apasionadamente. Creo y amo fuertemente al mundo de los pobres. Creo y amo a mi Iglesia Latinoamericana”.

El 9 de diciembre del 2012, aproximadamente a las 10:40pm, el P. Acacio Belandria Pulido, S.J. falleció en un trágico accidente de tránsito en el poblado de San Josecito capital del Municipio Torbes, a 15 minutos de San Cristóbal, en el Edo Táchira. Esa noche se apagó la luz del misionero que había dedicado 67 de sus 82 años de vida al servicio de la Compañía de Jesús. Su inesperada muerte conmocionó al país. No se hicieron esperar los pronunciamientos oficiales y las condolencias. La Diócesis de San Fernando de Apure decretó 3 días de duelo y la Asamblea Nacional de la República se unión al duelo nacional en la Gaceta Oficial 40.069 del 11 de diciembre del 2012.

Damos gracias Dios por la vida y obra del Padre Acacio Belandria, S.J., pedimos que su ejemplo nos anime en la misión encomendada.

Adrián Jiménez
Archivo Curia