Llamar a la vida
Soy Leonardo Gamboa, joven escolar de la Compañía de Jesús. Actualmente me encuentro culminando la etapa de formación apostólica, la cual tuve la dicha de vivir en la Región Apostólica Interprovincial de la Frontera Colombo-Venezolana, como parte del equipo educativo y parroquial de El Nula-Estado Apure. Desde este frente me incorporé en la animación de la pastoral juvenil de la ETA Fe y Alegría Padre José Pastor Villalonga y de la Parroquia San Camilo de Lelis.
Al poco tiempo de haber llegado, comprendí que el quehacer propio era acompañar a nuestros hermanos en el descubrimiento y cultivo de sus posibilidades de ser mejores, de dar lo mejor de sí, de ser felices, la misión era llamar a la vida en medio de un contexto donde la precariedad económica, el contrabando, la presencia de grupos armados irregulares, el narcotráfico, el desamparo gubernamental, aunado a la crisis de abastecimiento del país se muestran como una realidad amenazante que pinta un puñal para cortar las alas a todo aquél que desee hacer la vida con dignidad, o que por otro lado seduce a optar por “la buena vida” a expensa del sufrimiento y la explotación del prójimo, bajo el costo de la vida.
Lo que Dios pide de nosotros ante esta compleja realidad es descubrir los espacios, los gustos, los deseos que nos encaminan y animan a optar por la vida plena, sabiendo que quien encuentra un tesoro es capaz de dejar todo. Entonces mi tarea era ayudar a ver, dejar en evidencia los tesoros de mis hermanos, la realidad y sus posibilidades, para que seducidos por ella siguieran adelante.
Mis formadores apostólicos en esta labor fueron mis colegas docentes, los catequistas, los animadores de las comunidades cristianas, laicos, religiosas y jesuitas, quienes a lo largo de años han mantenido la apuesta, a ellos les estoy muy agradecidos.
En la Región Apostólica Interprovincial de la Frontera Colombo-Venezolana nuestro reto es mantener la opción por nuestros hermanos y la realidad, buscar hermanos creativos que se sumen como animadores de esta opción, como relevo, pues la frontera los espera para seguir llamando a la vida.
Leonardo Gamboa, SJ