En la Parroquia San Ignacio de Maturín se va impulsando la misión con mucho entusiasmo, aunque el contexto actual es muy complejo, así lo expresa el P. Javier Asarta, S.J. párroco de la Parroquia San Ignacio, a sus 76 años de edad y 59 años de Compañía.
El P. Asarta, S.J. es muy querido por sus feligreses, quienes lo describen como una persona alegre, fiel y comprometido para acompañar a las personas que lo necesitan, siempre dispuesto para llevar a cabo las tareas, y sobre todo bromista.
-El 5 de noviembre de 2020, día de todos los Santos, fue el lanzamiento del Plan Apostólico de la Provincia 2021-2026, ¿Cómo ha sido recibido y socializado este Plan en la Parroquia San Ignacio?
El Plan Apostólico de la Provincia 2021 – 2026 se empezó a trabajar dentro de la Parroquia en enero de 2021, con una reunión donde asistieron 30 personas, la Diócesis también cuenta con una propuesta Pastoral y en Espiritualidad, acá contamos con un montón de carismas.
En nuestra Parroquia nos sentimos identificados con todos los objetivos del Plan Apostólico de la Provincia, deseo resaltar que el primer objetivo para nosotros es fundamental: “Acompañar a los pobres, víctimas, descartados del mundo y vulnerados en su dignidad para que se constituyan en verdaderos sujetos personales, sociales y eclesiales, a partir de sus identidades y culturas”. Este objetivo se acopla con una de las Preferencias Apostólicas Universales. Tenemos diferentes actividades para ayudar a las personas que lo necesitan, un ejemplo es la Olla que realizan las personas en la comunidad de la Sagrada Familia todos los sábados, sin ayuda de ninguna institución.
– En medio de una pandemia que todavía no tiene cura, ¿cuál cree que es el reto que tiene hoy la Parroquia?
Está presente la preocupación por la situación que se está viviendo con la pandemia, la variante Ómicron está muy presente, mantenemos los trabajos de acción social, tratamos de no cerrarnos y de seguir como siempre con las medidas necesarias. Nuestra meta es fortalecer las comunidades con las actividades que se están desarrollando.
Hay zonas de la Parroquia donde se trabaja a través de un plan de Cáritas con niños de 0 a 5 años que están en estado de desnutrición, le hacemos seguimiento y damos el alimento necesario para que estén bien nutridos y no haya repercusiones en su salud. También con el Centro Gumilla desde el año pasado se está capacitando a las mujeres para que se proyecten a las comunidades a través del Liderazgo en el Emprendimiento Ciudadano, con el objetivo ayudar en el tema de la desnutrición.
– En el marco del Año Ignaciano, de los 500 años de la conversión de San Ignacio ¿Qué actividades ha realizado la comunidad parroquial para unirse a esta celebración?
Con el Año Ignaciano nos hemos fijado mucho en una invitación del P. Provincial Rafael Garrido, S.J., “¿Qué es lo que se pretende? Vivir un camino que nos lleve a la actualización de nuestra conversión inspirados en la experiencia personal de San Ignacio, con un itinerario espiritual que nos permita revisar nuestro ser y proceder, tanto personal como institucionalmente, dejando que el Señor obre en nosotros para ganar en fidelidad y creatividad en el seguimiento a Cristo pobre y humilde, y examinar lo que esto supone para nuestro servicio a la misión que nos encomienda”.
Lo que nos planteamos fue un camino de conversión inspirados en la vida personal de San Ignacio, por eso tuvimos una asamblea parroquial en diciembre donde vinieron aproximadamente 50 personas y estuvimos presentando el primer tema que se nos propone en este Año Ignaciano “abrir los ojos y comenzar a maravillarnos” con un Ignacio herido en Pamplona, fue una experiencia muy bonita y natural en diálogo con nuestra realidad. Cerramos ese encuentro con las palabras del P. General Arturo Sosa, S.J. animándonos a unirnos en el defensa de la Casa Común.
En enero abordamos este primer tema en 5 comunidades, participaron cerca de 90 personas reflexionando sobre la vida de San Ignacio, y pensamos hacer lo mismo con los demás temas.
A los jóvenes y también a los representantes de los muchachos queremos incorporarlos en la catequesis, para que ellos se vayan llenando del conocimiento sobre Ignacio de Loyola, y se sientan llamados a una conversión personal que al mismo tiempo nos ayude a una conversión institucional.
Como la Parroquia es muy grande, pensamos ir haciendo un itinerario sobre la vida de San Ignacio en las diversas comunidades, algunos laicos que conocen la Espiritualidad Ignaciana y yo iremos examinando lo que creemos importante de cada tema para darlo a las comunidades, para orarlo.
Ahora que están por venir dos novicios jesuitas a finales de febrero, y estarán con nosotros en cuaresma, podemos preparar muchas actividades como retiros y convivencias sobre la vida de San Ignacio.
– De las Preferencias Apostólicas Universales, ¿cuáles han sido para usted las más socializadas en la comunidad?
“Mostrar el camino hacia Dios mediante los Ejercicios Espirituales y el discernimiento” es una de las preferencias Apostólicas que más dinamiza a la Parroquia en estos momentos, contamos con un itinerario acompañando a Ignacio de Loyola, mientras se promueve la Espiritualidad Ignaciana.
Tenemos Material para trabajar, tenemos las Preferencias Apostólicas Universales, el Plan Apostólico de la Provincia 2021-2026, El Año Ignaciano y el P.A.C.2 de la CPAL, sin mencionar los objetivos concretos que tiene la Diócesis.
– ¿Cuál es el mensaje le gustaría dejarnos al final de esta entrevista?
Hay que seguir trabajando a pesar de todo, hay que ser optimista. Yo soy optimista y me fío de las últimas palabras de Jesús: “yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin de los siglos”, eso me da mucha fortaleza a pesar de que tengo 76 años, la única manera es seguir trabajando todos con ilusión y con fortaleza. La enseñanza de la vida de San Ignacio nos va dar ese ejemplo y creatividad ante las situaciones que se están viviendo que no son fáciles, esa fe en ese Jesús que sabes que te acompaña en medio de todas las dificultades.
Schirley Echenique
Comunicaciones Curia