Desde la Red de Juventud y Vocaciones, nos sentimos invitados a iniciar este camino para “Ver todas las cosas nuevas en Cristo” con los jóvenes; por este motivo la apertura del Año Ignaciano fue un espacio de encuentro personal, de discernimiento y fraternidad, inspirados por la Espiritualidad Ignaciana y brindando a cada joven las herramientas para que puedan fortalecer su proyecto de vida.
Es por ello que, en la Región de Mérida y Caracas, con la mayor creatividad buscamos los momentos para congregar a los jóvenes y ofrecer ese espacio donde por medio de la oración, el arte y el contacto con el otro puedan discernir su camino.
La experiencia de la apertura del Año Ignaciano en la Región de Mérida logró reunir a 32 jóvenes que vivieron la experiencia con alegría. Los participantes iniciaron la jornada “girando en sentido de las agujas del reloj” dinámica que permitió conocer porque estaban ahí y que los motivo a participar. Seguido de un espacio formativo propiciado por el Padre Johnnathan Giménez S.J., desarrollando el tema las Raíces de nuestra Fe; momento que generó interacción y terminó acompañado por la Película de Ignacio de Loyola.
En una mañana de caminata se inició el espacio de oración contemplando la naturaleza como regalo de Dios, maravillándonos en el recorrido con el precioso regalo de la creación.
Para acompañar la mañana el espacio de formación fue generando en los jóvenes la inquietud de revisar su historia de vida, y ver en ella cómo dio inicio su camino de fe, relacionándola con la vida de Ignacio y en cómo desde su ser pudo convertirse en seguidor de Cristo; siendo él y Jesús los guías para el discernimiento personal de cada uno de los jóvenes.
Los participantes se dejaron llevar por el Espíritu en cada una de las actividades: orando, riendo, creando y sirviendo desde sus dones y talentos para presentarlos como ofrenda a Dios por medio de la Eucaristía.
Cada uno desde su realidad se sintió alegre, animado y comprometido con cada una de las actividades que se celebraron en el marco del Año Ignaciano y siguiendo el camino del peregrino Ignacio. Fue una experiencia para jóvenes que se van integrando y buscan ese espacio de formación, oración y de discernimiento personal para su vida, y así, su camino también pueda animar a otros.
Desde el equipo de Pastoral Vocacional, queremos extender la invitación a todos esos jóvenes para que nos acompañen y se unan a cada una de las actividades y como Ignacio puedan “Ver Todas las cosas en nuevas en Cristo”.
Helene Parra
Juventud y Vocaciones