En el año en que celebramos la herida de Ignacio en la Fundación Centro Gumilla (FCG) hemos convertido la convalecencia en fuente de discernimiento y actuación para reorganizarnos y seguir impactando, descubriendo que al ir sanando la herida, hemos salido fortalecidos. En efecto, pese a que el año 2020-2021 fue un año complejo la FCG ha respondido creativamente al desafío y ha venido sorteando con inteligencia estratégica y con frutos concretos, los retos y desafíos del presente
Un contexto desafiante
Precisamente, la crisis estructural ha llevado a la FCG a replantear sus estrategias de acompañamiento y generación de procesos de autogestión en las personas y equipos con las que se comparte la misión. Por su parte, la emergencia humanitaria compleja ha sido un lugar “teológico” y “antropológico” para reflexionar las fronteras existenciales que van más allá de la participación ciudadana y la promoción de políticas públicas a nivel comunitario, donde nos hemos interpelado y hemos visto que es imperativo seguir fortalecimiento al sujeto en un contexto de violencia, daño antropológico y vulnerabilidad. En tal sentido, vamos comprendiendo que además de ofrecer oportunidades formativas en las comunidades también estamos invitados a asistir las necesidades y sanar las heridas. Finalmente, la pandemia de la COVID-19 ha llevado a acompañar el dolor de la gente y recrear las metodologías formativas desde una nueva presencialidad, lógicas de trabajo internas y estrategias como resultado de los desafíos de la bioseguridad y las tensiones del distanciamiento social en el contexto venezolano.
Tres estrategias desde la fidelidad creativa
En tal sentido, durante el año 2020-2021 la FCG ha sorteado diversas dificultades con fidelidad creativa respondiendo a las necesidades y planteando alternativas superadoras. Cabe destacar que dicha fidelidad creativa ha supuesto un discernimiento para “buscar y hallar” de qué manera, tanto ad intra como ad extra, configurar un modo de proceder que permita la triple tarea de: fortalecernos, responder a la misión y generar un impacto en las personas, las comunidades, las organizaciones y las redes desde las que participamos en la misión de la Iglesia, la Compañía de Jesús y el país.
Efectivamente, una primera tarea consistió en fortalecer a la FCG a través de la articulación de nuestras acciones en torno a las Preferencias Apostólicas Universales (PAU), al Proyecto Apostólico Común de la CPAL (PAC), y el Plan Apostólico de la Provincia de Venezuela, especialmente haciéndonos corresponsables a la invitación de la Provincia a fortalecer a la sociedad civil. En efecto, ello nos ha llevado a elaborar y actualizar documentos de planificación desde el discernimiento apostólico y comunitario. Adicionalmente, hemos procurado realizar una promoción del talento humano no sólo desde la necesaria actualización profesional sino desde el talante de los sujetos en su dimensión integral y sentido de corresponsabilidad en la misión, lo cual también se ha venido concretando en nuestras unidades operativas con equipos que responden a proyectos que tratan de dar respuesta a nuestras líneas estratégicas de reflexión y acción, discernimiento e investigación, formación de personas, comunidades y organizaciones, generación de difusión y contenidos, así como las alianzas estratégicas. En esta dirección una iniciativa que vale la pena resaltar son las acciones de reconstrucción del tejido social y trabajo consorciado desde el proyecto Voces Ciudadanas llevado en más de 11 regiones del país donde hemos fortalecido la participación y la organización comunitaria.
Otra tarea importante consistió en organizar a la FCG formulando un plan estratégico que operativiza la visión y la misión de la FCG, y nos dio luces para replantear la estructura de la FCG desde un nuevo diseño de organigrama y lógica de relacionamiento desde y para la misión y un apoyo desde la gestión. En este sentido, establecimos una lógica de coordinación basada en subdirecciones (Barquisimeto, Revista SIC, Revista Comunicación), Coordinaciones para la Misión (Investigación, Formación, Derechos Humanos, Publicaciones) y Coordinaciones de Apoyo (Comunicaciones, Administración, Talento Humano, Logística), bajo las orientaciones de la Dirección – con el apoyo de la Junta Directiva – además el apoyo operativo de la Gerencia General.
Finalmente, la tarea de impactar desde la FCG estuvo centrada en un intento muy valioso de mejorar nuestra capacidad de comunicar y hacerlo en nuevos escenarios, muestra de ello son la nueva página web institucional y la digitalización de la Revista SIC. Adicionalmente, contamos con alegría de celebrar los 45 años de la Revista Comunicación y la publicación de un libro síntesis que da cuenta de toda la trayectoria y pertenencia de los estudios de comunicación en Venezuela. Por su parte, se hizo un gran esfuerzo, especialmente desde la Dirección de la FCG por fortalecer las redes de cooperación para la acción, la incidencia y la optimización de recursos, convirtiendo el trabajo de la FCG en una referencia para otros actores y ámbito en el que han nacido iniciativas importantes y valiosas para la reconstrucción del tejido social y la red de redes a nivel de la sociedad venezolana.
Próximos pasos y nuevos escenarios
A la luz de lo anterior, el camino recorrido durante el 2020-2021 muestra que hay que seguir consolidando y acompañando el proceso de todo lo que ha emergido durante este tiempo. Así como mantener esa tensión entre la fidelidad del legado y la creatividad de las realidades que nos interpelan y nos invitan a un mejor servicio para la misión. Quizá ello dependa de nuestra capacidad para seguir avanzando en el nuevo modelo organizacional, procurando, por una parte, un sano flujo de financiamiento que garantice la continuidad de los procesos a través de la gestión de proyectos y la planificación estratégica, y por otra, la de incorporarse a los procesos de adecuación tecnológica y evaluar permanente los riesgos y las oportunidades de este nuevo escenario.
Finalmente, quizá la gracia y la oportunidad de Dios no descubierta por Ignacio al momento de la herida de la pierna en Pamplona, como condición de posibilidad para su transformación personal y su posterior conversión, sea la metáfora y el símbolo adecuado para seguirnos mirando a partir del cambio, el desafío y las circunstancias adversas como un camino de gracia, y un contexto propicio para seguir buscando y hallando la voluntad de Dios en el contexto de país, de Iglesia y de Provincial que nos toca seguir viviendo.
Inés María Aray
Fundación Centro Gumilla