En el mes de agosto de 2024, la Red Apostólica Ignaciana de la Frontera (RAIF) llevó a cabo sus Ejercicios Espirituales (EE. EE.) que se convirtieron en una experiencia transformadora para todos los participantes. Estuvieron alineados con el Plan Apostólico de la Provincia, reunió a equipos de diversas Obras, incluyendo Doctor Yaso, Fe y Alegría, y el grupo juvenil Huellas Doradas, Universidad Católica del Táchira (UCAT), UF, entre otros.

Los Ejercicios se desarrollaron en la casa Fuente Real en las afueras de San Cristóbal en un ambiente de paz y comunión. Durante varios días, los participantes se sumergieron en momentos de oración, meditación y diálogo, permitiendo que cada uno pudiera conectarse no solo con su interior, sino también con la misión y visión de la RAIF. La diversidad de las obras involucradas enriqueció la experiencia, propiciando un intercambio de ideas y perspectivas que fortalecieron los lazos entre los asistentes.

Uno de los aspectos más destacados de estos Ejercicios fue la formación de acompañantes de Ejercicios Espirituales. Este proceso formativo es esencial para garantizar que los participantes reciban el apoyo adecuado durante su viaje espiritual. Los acompañantes, capacitados en técnicas de escucha activa y guía espiritual, desempeñan un papel crucial en la creación de un ambiente seguro y propicio para la reflexión personal. A través de talleres y sesiones formativas, se buscó dotar a estos líderes de herramientas que les permitan acompañar a otros en su búsqueda de significado y propósito.

La experiencia vivida en agosto no solo fue un momento de retiro, sino también una oportunidad para fortalecer el compromiso de la RAIF con su misión apostólica. La organización y la planificación meticulosa de estos Ejercicios reflejan el esfuerzo conjunto de todas las Obras involucradas, demostrando que, a través de la colaboración y el trabajo en equipo, se pueden lograr grandes cosas. Este espíritu de unidad es fundamental en la visión ignaciana, que nos recuerda que cada uno de nosotros es parte de un todo mayor, llamado a vivir en comunidad y a servir a los demás.

Los EE. EE., concebidos por San Ignacio de Loyola, tienen como objetivo principal ayudar a cada persona a discernir su vida en la luz de la fe. A través de la meditación y la contemplación, los participantes fueron guiados a un encuentro más profundo con Dios, permitiéndoles reflexionar sobre sus propios caminos y el impacto que tienen en la comunidad. San Ignacio nos invita a encontrar a Dios en todas las cosas, y estos ejercicios proporcionan un espacio ideal para esa búsqueda.

Los testimonios de los participantes resaltan la importancia de estos ejercicios en su vida personal y espiritual. Muchos expresaron cómo la experiencia les permitió reconectar con sus valores y reafirmar su compromiso con la comunidad. “Fue un tiempo de renovación”, comentó uno de los jóvenes del grupo Huellas Doradas, “me ayudó a ver mi camino con más claridad y propósito”.

Además de los Ejercicios Espirituales, la RAIF también organizó un enriquecedor taller el pasado 18 de septiembre de 2024, enfocado en la reconciliación consigo mismo y consigo misma, utilizando el arte como herramienta fundamental. Durante esta jornada, los colaboradores de las Obras de la Compañía de Jesús exploraron diversas técnicas de autocuidado y expresión artística. A través de dinámicas creativas, cada participante tuvo la oportunidad de conectar con su interior, reflexionar sobre su bienestar y fomentar un ambiente de apoyo mutuo.

Posteriormente, el 26 de septiembre, se llevó a cabo el segundo taller de “Promoción y Estrategias de Reconciliación Consigo Mismo/a a Través del Arte”, dictado por el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en la UCAT. Esta experiencia transformadora permitió a los participantes identificar y canalizar emociones, sentimientos y pensamientos. A través de la creación de una autoimagen con color, lograron expresar y liberar todo lo que llevaban dentro, conectando profundamente con su ser.

El compromiso y la unión que se vivieron durante estos días fueron palpables. Cada participante se sintió llamado a contribuir a la misión de la RAIF, entendiendo que su compromiso individual se suma al esfuerzo colectivo. Esta conexión entre los miembros de la red no solo fortalece el sentido de pertenencia, sino que también genera un impacto positivo en las comunidades a las que sirven.

El mensaje inspirador que surge de este encuentro es claro: la Espiritualidad Ignaciana no solo se vive en la intimidad personal, sino que se enriquece en comunidad. La RAIF continúa trabajando incansablemente para ofrecer espacios de crecimiento y reflexión, donde cada miembro pueda sentirse valorado y apoyado en su camino espiritual.

A medida que la Red Apostólica Ignaciana de la Frontera avanza en su misión, los Ejercicios Espirituales de agosto y los talleres de reconciliación se erigen como un testimonio del poder de la fe, la colaboración y el amor por los demás. Con cada actividad, se reafirma la convicción de que, juntos, se puede construir un futuro más esperanzador y lleno de propósito. La RAIF sigue invitando a todos a unirse a este viaje de transformación y a ser parte de esta hermosa misión que busca impactar vidas y comunidades en la frontera.

Ariadna Salcedo

RAIF