“Cuando chuto un balón, sueño en grande y se me va la rabia” Aiverson, 14 años.

En una entrevista que el director de orquesta Gustavo Dudamel le hiciera a Carlos Vives, el músico colombiano, en su mensaje final enfatizó: “un niño que se enamora de un instrumento difícilmente tomará un arma”.

En la parroquia San Alberto Hurtado (SAH), en los Altos de La Vega, creemos que la cultura y el deporte son estrategias imprescindibles para el encuentro, el sano esparcimiento y el cultivo de la fe y la ciudadanía en la formación de nuestros niños niñas y adolescentes.

En la propuesta educativa clásica de la Compañía de Jesús el deporte tiene un papel fundamental en la formación del carácter y la autodisciplina, y la cultura en la formación de la sensibilidad y la autodisciplina. Está comprobado que la voluntad, la sensibilidad, la autodisciplina y el trabajo en equipo son ingredientes claves en la formación integral de la persona.

Con este propósito nace, en octubre de 2017, el Centro de Formación integral (CFI) SAH, así nos lo presenta la profesora Flor Fuentes, una de las fundadoras y coordinadora del Centro: “Por el empobrecimiento que todos comenzamos a vivir,  las familias de nuestros barrios, recortaron  las salidas para recrearse en familia, y, la formación extraescolar de los niños, niñas y adolescentes…antes de la crisis, había niños y niñas que  participaban en academias deportivas o en el Instituto Nacional de Deporte, estos lugares quedan abajo, en la ciudad, y por la dificultad económica muchos se vieron en la necesidad de retirar a sus hijos e hijas  de esos espacios y, entonces, las familias no hallaban que hacer con sus niños y niñas”.

Esta necesidad la convertimos en un desafío y nos pusimos a soñar inspirados en nuestro Santo Alberto Hurtado, quien se dedicó a rescatar niños y niñas, y acompañarlos para hacer de ellos hombres y mujeres de bien.

También nos inspiramos en la película “la vida es bella”, dónde un hombre en un campo de concentración se las ingenia para proteger la vida, la inocencia y la imaginación de su hijo, ¿Cómo hacer lo equivalente en nuestro barrio?.

El CFI como nuestro santo patrón es “Un fuego que enciende otros fuegos”. Hoy, a pesar de la pandemia, el CFI cuenta con escuelas deportivas en distintas disciplinas como fútbol, baloncesto, kikiimbol, karate, danza, teatro, bailoterapia, y atiende alrededor de 200 niños y niñas, un aproximado de 90 familias.

“Nuestros equipos no solo han ganado premios en importantes competiciones, sino que han ganado premios como mejor juego limpio, y esto nos enorgullece mucho más porque nuestro objetivo, no solo es ganar, sino sembrar valores cristianos y ciudadanía” Eliana Fuente, educadora y dirigente de baloncesto.

“En el CFI somos una gran familia, trabajamos en equipo, no solo soy la profe de kikiimbol, soy también representante de fútbol, mis niños han tenido un gran avance en la disciplina y en su conducta social” profesora Adriana Martínez.

“El centro es una gran oportunidad para nuestros niños, es accesible, cuenta con personal profesional, los niños descubren sus talentos y tienen acompañamiento cualificado en las distintas áreas y pueden explorar y desarrollar las fortalezas que tienen que en el hogar no podemos hacerlo; el CFI tiene personal, organización y objetivos claros. Este tipo de Centros son una alternativa para nuestros barrios” Briggit Oca, representante de Fútbol.

Estamos seguros que San Alberto Hurtado bendice nuestro CFI y exclama “Contento, Señor, Contento”, porque en el CFI-SAH somos “un fuego que enciende otros fuegos”, rescatamos vidas, auxiliamos familias y creemos que Jesús resucitado está pasando por nuestro barrio con un balón y muchos niños y niñas se encuentran con él.

Alfredo Infante, S.J.