Del 21 al 26 de julio de 2023 en la Casa de Retiro “Quebrada de la Virgen”, en Los Teques, el equipo de Juventud y Vocaciones estuvo acompañando a un grupo de 17 jóvenes de diferentes lugares del país, quienes se dispusieron a vivir la experiencia de los Ejercicios Espirituales (EE. EE.). Este espacio dirigido a jóvenes entre 18 y 30 años, pretendía desde la Espiritualidad Ignaciana brindar un espacio de reflexión, discernimiento, silencio y oración para que “el creador se comunicara con su creatura’’. [EE. EE. 15]
En este sentido, es interesante cómo los EE. EE. de San Ignacio de Loyola siguen siendo un medio aún vigente que en un clima de silencio y oración permite revisar la cotidianidad con sus ruidos, silencios, luces y sombras. Y desde allí reconocer en la propia historia personal la presencia de Dios, para finalmente al contemplar la vida de Jesús de Nazareth renovar la invitación siempre presente de elegir lo que más nos conduzca a Dios, desde lo que somos y desde la realidad que nos toca enfrentar.
Algo parecido a lo que Ignacio de Loyola experimentó desde lo que era y desde su realidad de “peregrino”, en la Ilustración del Cardoner que él mismo describe como un momento donde quedó con “el entendimiento tan ilustrado, que le parecía como si fuese otro hombre y tuviese otro intelecto distinto que el de antes” [Autobiografía 30]. Ciertamente, aunque los Ejercicios Espirituales no son un acto de magia que nos cambia la vida de un día para otro, sin embargo, cada meditación y contemplación propuesta termina generando en el ejercitante una realidad que interpela, que descentra del egoísmo personal y que produce movimientos internos que van dejando un deseo de compromiso con la realidad en la que se vive.
Una realidad que en el caso de los jóvenes incluye: familia, vocación, país, vida parroquial, entre otros temas que además hoy en Venezuela son más complejos por la realidad cotidiana en la que se vive. No obstante, en esa realidad tan compleja es donde la primera y la tercera de las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) nos invitan a estar: acompañando y caminando junto a los jóvenes en camino, cobrando aquí importancia la experiencia de los EE. EE. como expresión de nuestra misión de ser trabajadores que se preocupan por mantener el Cardoner limpio, disponible y arreglado para que el joven pueda encontrarse con el Dios que invita, ilumina y convoca.
Por último, es preciso mencionar que hemos utilizado como simbología el Cardoner porque durante los EE. EE., los jóvenes manifestaron la importancia de lo simbólico y lo sencillo en su encuentro con Dios a lo largo de la experiencia. Así mismo, afirmaron sentirse invitados a regresar a sus realidades y cotidianidades renovados en sus opciones y proyectos. Por lo que desde Juventud y Vocaciones damos gracias a Dios por los EE. EE. y por la vida de estos 17 jóvenes.
S. Israel David Velásquez, S.J.