Latidos de Gaita en el Colegio San Ignacio: Tradición y Cultura

Cada año, entre los meses de octubre y diciembre, en el Colegio se siente el sonido de los tambores, la charracas, el furro y el cuatro, que nos indican la temporada gaitera en la que participan 28 colegios de Caracas. La Gaita es una expresión del sentir cultural y fe del venezolano, y aunque mantiene su esencia zuliana, se abre a la fusión con otros géneros musicales.

Asimismo, en el San Ignacio la Temporada Gaitera tienes dos vertientes: La Agrupación Musical de Gaitas y El Festival de Gaitas; la primera es animada por Loyola Cultural con un importante apoyo de las familias de los jóvenes gaiteros, más de 40 estudiantes de varios niveles, la mayoría de 5to año. El grupo está conformado por Canto, Percusión, Armonía, Baile y Protocolo, cuentan con un excelente equipo de profesores para cada uno, todos con alto grado de profesionalidad y ética.

Durante los ocho meses previos a octubre, los miembros del grupo se dedican con pasión y compromiso a perfeccionar su arte, con el propósito de asegurar que la música y el baile reflejen la excelencia y el espíritu ignaciano. Aunado a esto, cada año tiene una temática propia que orienta el “performance”, esta temporada lleva el nombre de “Latidos” haciendo una analogía rítmica entre la gaita y los latidos del corazón, para promover la vida y el compromiso vivido con pasión.

En palabras de uno de los estudiantes del grupo: “La gaita, es una expresión cultural que desde hace años se ha convertido en parte del sentir ignaciano, es mucho más que una tradición musical. Es un latido compartido, una emoción profunda que se manifiesta en las notas y pasos de baile, y además se refleja en los corazones de toda la comunidad gaitera. Cada latido es una historia, cada melodía es un testimonio de amor y servicio, valores que nos definen y nos unen.”

Este esfuerzo colectivo es el resultado de la colaboración de las familias que, junto al colegio, los profesores de música y los estudiantes, trabajan en equipo para dejar alto el nombre del Colegio. Un gaitero lo describe como: “ese maravilloso ciclo de aprendizaje junto a nuevos compañeros que más tarde se vuelven una familia de gaiteros, amigos y hermanos donde todos son pieza clave. Por ello, se busca trabajar en equipo, fomentando el liderazgo en cada especialidad, para representar musicalmente a los ignacianos”.

La otra vertiente es el Festival de Gaitas, el evento en el cual el Colegio San Ignacio invita a otros colegios a compartir el fruto del trabajo realizado durante meses. Durante un día completo se recibe más de 16 instituciones educativas que presentan su espectáculo, además hay artistas invitados, juegos, comidas y recreación. Esta tradición de confluencia musical gaitera, tiene casi treinta años logrando reunir a miles de personas, tanto de la comunidad ignaciana como de los colegios y la sociedad caraqueña.

Los encargados de organizar el Festival de Gaitas son los integrantes del Centro de Estudiantes del Colegio San Ignacio (CESI), junto al Equipo Directivo y un equipo de docentes. Es en noviembre y se comienza a organizar desde junio. La directiva del CESI, se distribuye las diversas responsabilidades según su cargo. Presidencia se encarga de los permisos y la logística general del Festival; Tesorería del balance económico y la organización de la Feria de Comida; Relaciones Públicas de la búsqueda y relación con Patrocinios; Cultura de la organización y producción del Festival; Deporte de la búsqueda de seguridad, portabaños, brazaletes y la organización de la zona infantil; Acción Social de la organización y logística de los Colegios Invitados, y Edasi de la imagen, publicidad Festival, el Diseño de entradas y la organización del camerinos de artistas.

Es una experiencia formativa, en la cual los estudiantes aprenden de organización, trabajo en equipo, planificación, búsqueda y manejo de recursos, relaciones interinstitucionales, resolución de conflictos y manejo de emociones. Siempre acompañados por el equipo del Colegio.

La temporada gaitera ofrece una experiencia única y posee un potencial formativo extraordinario. Aun así, tiene riesgos que en el Colegio procuramos evitar. El primer riesgo, al igual que la Navidad, es el de caer en la tendencia de convertirla en una actividad comercial. motivada por intereses superficiales. Un segundo riesgo es el de desvirtuar la calidad cultural de la gaita. Y un tercer riesgo, es el de darle más importancia a la competencia que a la formación, la participación y la integración entre los colegios.

Por eso todos estamos llamados a vivir y aprovechar al máximo el impulso de la temporada gaitera para promover los valores humanos y culturales. Los colegios, las familias, los estudiantes y los entes públicos y privados que participan juegan un papel crucial, aportando su invaluable apoyo y creyendo para seguir haciendo posible esta experiencia inolvidable y llena de significado.

Que cada latido de esta temporada gaitera resuene en nuestros corazones, recordándonos la importancia de la unidad, el compromiso y el amor por nuestra cultura. Juntos, podemos mantener viva esta tradición y seguir inspirando a las futuras generaciones.

P. Daniel Figuera, S.J.