El manejo socioemocional y la prevención de la violencia en espacios educativos, está entre los objetivos de este proyecto que va para su segundo año de los tres contemplados
Más de 40 educadores se reunieron el jueves 29 de febrero de 2024, en la sala de conferencias de la Fundación Centro Gumilla, en Caracas, para recibir la certificación por completar la primera parte del Proyecto “Educación Integral para la Emergencia en Venezuela”. Ellos son parte de un grupo de 283 docentes que recibieron esta formación.
Con alegría palpable, y como si de un salón de clases se tratara, saludaron a sus anfitriones repitiendo los buenos días a una sola voz.
En todo momento, sus rostros eran la viva expresión del proceso formativo, cercanía e interacción logrados con Tahylin Suárez, asesora programática del proyecto por parte del Centro Gumilla. Alcanzaron los objetivos previstos en el primer tramo del plan y ahora son la garantía para continuar y replicar lo aprendido en las etapas por venir.
Amelia Durí, del colegio “Hermana Felissa Urrutia”, fue una de las educadoras certificadas. Mostró orgullosa una carpeta con dibujos temáticos realizada en los talleres.
“Allí pudimos expresar nuestros logros personales, nuestros logros laborales, familiares y nuestras aspiraciones”, indicó sobre la actividad. “Fue un trabajo muy bonito, en equipo. Fue gratificante para todos nosotros y lo vamos a seguir haciendo”, agregó.
La alegría de los docentes participantes
Tahylin Suárez, en relación con la certificación, mencionó que los promotores de cada uno de los colegios que forman parte del proyecto asistieron acompañados por dos educadores. Suárez, durante poco más de un año los visitó, coordinó y acompañó en las diferentes etapas del proyecto, diseñando la estrategia de intervención en los colegios.
Estableció contacto con directores y educadores que posteriormente se convirtieron en promotores y aliados de esta iniciativa. “La clave de todo esto radica en la cercanía y la disposición de acompañar a directores, educadores, alumnos y padres en su realidad”.
Durante el acto expuso, además, la ruta programática del proyecto para el segundo año (2024) de los tres previstos inicialmente. Por ello, agradeció la disponibilidad de los educadores interesados en que este proyecto se cumpla a plenitud en sus colegios.
“El punto maravilloso para la intervención”
Durante el evento, fue presentada la investigación realizada en la primera fase del proyecto a cargo de la psicóloga social Melanie Pocaterra, coordinadora de investigación en Gumilla. Compartió las cifras y evaluaciones identificadas en los colegios seleccionados.
Destacó que el 80% de los jóvenes participantes en las entrevistas admitieron ser testigos de situaciones listadas como diferentes tipos de agresiones. “Es decir, toda la lista es reconocida como una realidad. Esto es clave”, puntualizó la experta.
Pocaterra explicó que desde que el término “bullying” fue acuñado en los países nórdicos en los años 90 y el enfoque principal se centraba en los agresores y las víctimas, por lo que todos los esfuerzos educativos, psicológicos y sociológicos se dirigían a ellos.
Sin embargo, hace una década, se produjo un cambio de rumbo. “La clave para abordar la violencia en los entornos escolares ahora se centra en los espectadores. Para nosotros, esto es fundamental”, afirmó Pocaterra de manera convincente.
Esperanza, palabra clave en la educación popular
Los profesores Trina Bajo y Wilmer Daniel Ramírez, coordinadora de formación y coordinador de proyectos respectivamente, en la Fundación Centro Gumilla, acompañaron durante el evento. Al ser consultada, Trina resaltó los niveles de esperanza que este proyecto está generando en las escuelas populares donde se está implementando.
“En el evento que estamos llevando a cabo hoy en Gumilla, hemos logrado reunir a los participantes y representantes de las escuelas que están participando en el proyecto de educación para la emergencia”, expresó.
“Es sumamente importante escuchar a los directores y promotores decir que este proyecto los ha llevado a niveles de esperanza. En medio de un estudio sobre violencia del cual se presentaron resultados, es inspirador escuchar que tenemos esperanza en nuestras escuelas, que estamos haciendo las cosas bien, que hay alegría y que podemos contagiar esto a otras escuelas y docentes”, añadió Trina Bajo.
Por su parte, el profesor Luis Miguel Díaz, promotor del proyecto de Inditex en el colegio “Enrique de Ossó”, se mostró impresionado por los resultados alentadores que ha impulsado el proyecto. “Realmente me he quedado cautivado por este proyecto en respuesta a la emergencia educativa que enfrentamos”, expresó al ser consultado.
“Observar el cambio que han experimentado cada uno de nuestros jóvenes, especialmente los más pequeños y en las etapas siguientes; ver el cuidado con el que ahora abordan la vida, la forma en que gestionan sus emociones y cómo respiran a la hora de tomar sus decisiones, ha sido verdaderamente espectacular”, agregó.
“Educación Integral para la emergencia en Venezuela”
El proyecto “Educación Integral para la Emergencia en Venezuela”, que se inició en el año 2023, se está llevando a cabo en 15 centros educativos pertenecientes al movimiento de educación popular Fe y Alegría, ubicados en los estados Aragua, Miranda y el municipio Libertador del Distrito Capital. Esta iniciativa es ejecutada en colaboración entre Fe y Alegría Venezuela y la Fundación Centro Gumilla.
Los objetivos del proyecto para el año 2024, buscan consolidar lo logrado en el primer año mediante procesos enfocados en la recuperación de aprendizajes, la reducción de la brecha digital y la creación de entornos protectores frente a la violencia.
Con el fin de alcanzar estos objetivos, se pretende restaurar el bienestar y la salud emocional de la comunidad educativa, centrándose en el manejo socioemocional y la prevención de la violencia de género. Asimismo, se pretende fomentar la elaboración de manuales de enseñanza para el acompañamiento, capacitar a los docentes en la implementación del plan de nivelación para los alumnos con rezago educativo en las etapas inicial y primaria, adaptar los currículos al contexto educativo y reducir las barreras educativas generadas por la brecha digital, entre otros.
Ramón Antonio Pérez
Centro Gumilla