Y se nos acercaba la Semana Santa mientras veíamos como la pandemia por el COVID-19 se iba apoderando del mundo, Venezuela no escaparía a esa realidad. En Huellas se nos “prendieron las alarmas” qué hacer con lo que habíamos soñado, con todos los jóvenes ilusionados… ¿Tantas planificaciones, se quedarían en papel? No, había que dar el Magis.
Al oído del equipo organizador soplaban las palabras del padre Pedro Arrupe, SJ quien expresaba: “Tan cerca de nosotros no había estado el Señor, acaso nunca; ya que nunca habíamos estado tan inseguros” y desde este pensamiento el talento humano de Huellas sintió el impulso, el llamado a seguir llevando la palabra esperanzadora que Dios nos pedía brindar durante esta Semana Santa en tiempos de cuarentena.
Ideamos, entonces, una propuesta Online con los aspectos fundamentales de la experiencia original. Se crearon materiales digitales para compartirlos en redes sociales; todos estábamos muy ocupados en darle forma al campamento: los voluntarios de comunicaciones ideaban campañas de publicidad, formación seguía trabajando en la propuesta junto con proyecto, cada quien desde su casa, porque estábamos en cuarentena. Echamos mano de todo cuanto teníamos para comunicarnos: llamadas, mensajes de textos, reuniones virtuales con el director… Sorteando las amenazas que representaban las fallas eléctricas y de internet se asomaba un verdadero y hermoso trabajo de equipo que nos llenaba de alegrías el corazón.
El Campamento Misión Online lo desarrollamos desde el domingo 05 hasta el domingo 12 de abril, bajo el lema “Jesús está en todos lados” donde cada joven fue misionero en su núcleo familiar, todo un reto, por aquello de ser profeta en su propia tierra (muchos de nuestros jóvenes tenían hasta 10 años sin pasar Semana Santa en su casa precisamente por estar de Misión).
La propuesta se desarrolló como una forma de llevar la Buena Noticia en momentos de Cuarentena y mantener a los jóvenes y voluntarios de Huellas, cercanos a la experiencia de Pascua que Jesús el Primer Caminante desea darnos a conocer. Con esta propuesta el joven practicó habilidades para orar, acompañar, crear y ejercer liderazgo dentro de su grupo familiar y proyectarse al mundo a través de las Redes Sociales siendo para otros jóvenes ejemplo de esperanza.
El Paradigma Pedagógico Ignaciano se evidenció en las actividades. Las temáticas estuvieron enfocadas en las celebraciones propias de la Semana Santa, el encuentro personal con Dios y con la familia, favoreciendo la reconciliación y la ciudadanía a través de la metodología de Reto País.
Los frutos de lo vivido en la semana fueron de mucha consolación, lo que al principio parecía imposible se convirtió en 7 campamentos misión y 4 experiencias misioneras que implicaron a 912 personas repartidas en los diferentes estados de Venezuela y países como México, Chile, España, Argentina, Panamá, Colombia , Ecuador y Perú.
La gestión desarrollada sólo se puede entender desde la acción del Espíritu. Hemos resucitado en la alegría de los participantes y acompañantes, en la creatividad… “Y toda la gente lo vio”
Nidia Teresa Mata M.
Coordinadora de Comunicaciones
Huellas Venezuela