El 29 de septiembre en la sede del Instituto Jesús Obrero se llevó a cabo el compartir y reflexión de la ficha número uno del trabajo propuesto por la Provincia de la Compañía de Jesús en Venezuela para la vivencia del Año Ignaciano. El encuentro se realizó en el salón de usos múltiples. La Palabra y la luz en el centro de cada mesa ambientaron el espacio y en otra, el pan y vino.
Previo al encuentro se abrió un grupo de WhatsApp para compartir impresiones del material leído y reflexionado. Se les pidió a los participantes llevar su síntesis personal de la reflexión realizada.
En ambiente de oración se dio inicio teniendo presente la temática del mismo “abrir los ojos y comenzar a maravillarnos” Dando énfasis a la figura del “camino” y a la luz del texto evangélico Los discípulos de Emaús, se abrió el espacio para vivir la experiencia en este Año Ignaciano en compañía de Jesús de Nazaret sintiéndonos una comunidad que acompaña y a su vez es acompañada.
Mociones que surgieron.
- Preocupación ante la realidad
- Impotencia
- Cansancio
- Alegría ante los proyectos conjuntos
- Tranquilidad
- Deseo de seguir apostando por el hecho educativo en el país
¿Qué nos consuela?
- Saber que no estamos solos, que hay un referente ignaciano palpable en las personas comprometidas que hacen vida en las Obras de la Compañía de Jesús.
- Otro de los aspectos que nos consuela y también inspira es la amplitud y exigencia del Plan Apostólico que motiva y se concreta en las PAU por su coherencia al tocar las necesidades universales.
- También es inspirador la confianza y valor que nos expresan nuestros estudiantes, representantes, egresados y toda la comunidad sobre el trabajo continuo realizado, un trabajo que promueve una sociedad más justa, democrática y solidaria.
¿Qué nos desafía?
- Nos desafía mantenernos en la dinámica de ser parte de la construcción de nuestro país desde la formación integral, profesional y humana a nuestros estudiantes; nos sentimos defensores de la dignidad humana en todos los contextos en que nos desenvolvemos.
- El desafío de entender el cambio como parte del proceso dinámico de la institución en la búsqueda de proyectos, recursos y espacios que nos permita hacer siempre mejor todas las cosas para la mayor gloria de Dios.
- Otro de los desafíos que sentimos es la constancia en el acompañamiento y el trabajo en redes.
Terminamos el espacio compartido en ágape fraterno. El P. Argenis García, S.J. contextualiza el momento haciendo referencia a los discípulos de Emaús. De la mano de Ignacio le pedimos al Dios de la vida que allane nuestro camino y nos permita estar alertas para responder a las demandas de nuestro tiempo.
Leosalvy Velásquez
Instituto Técnico Jesús Obrero